Tomado de La Santa Mambisa
Por: J. M. del Río
Un amigo recién llegado de Miami, nos preguntó a Cantaclaro y a mí, si conocíamos a un tal Antonio Rodiles. Le respondimos que no teníamos idea de quién me estaba hablando, por lo que pasó a contarme que ese individuo se había presentado recientemente en la Universidad Internacional de la Florida (FIU), en compañía del conocido «anticastrista profesional», quién está vinculado hasta el tuétano con la CIA., Carlos Alberto Montaner. Allí el tal Rodiles, se presentó como un «opositor pacífico» que había salido temporalmente de Cuba, aprovechando las reformas migratorias implementadas por el Gobierno Cubano y expuso una cantidad de ideas contradictorias, discordantes y sobre todo, faltas de basamento objetivo, que muchos de los presentes se miraban incrédulos y se preguntaban quién era aquel trajeado advenedizo, que la inmensa mayoría no conocía y que pretendía presentarse como el redentor de Cuba”.
“Este amigo, es un viejo conocido, que emigró hace más de 25 años, que nunca perdió sus vínculos con los parientes que dejó en Cuba y que ha ido localizando a sus antiguos amigos y conocidos en cada visita que hace a nuestro país. Es muy conversador y me ha contado que el «cubaneo» del otro Miami lo tiene hasta la coronilla. Me dice que en Miami y por toda aquella zona del sur de la Florida hay mucha gente buena (cubanos y norteamericanos de origen cubano) que están por un mejoramiento de las relaciones y por el levantamiento del bloqueo económico, pero están esos otros recalcitrantes que viven del negocio del «anticastrismo» que lo único que hacen es poner piedras en el camino para que eso no se de”
Mi amigo nos contó que el tal Rodiles criticó con virulencia, las reformas económicas que está implementando el Gobierno Cubano, sobre todo las relacionadas con las que facilitan la ampliación de los pequeños negocios por cuenta propia. Según éste erudito de pacotilla, el incremento del trabajo por cuenta propia es una medida «tercermundista» que llenaría el país de trabajadores informales y que Cuba lo que necesitaba «era un proceso inversionista de capital privado para lograr un verdadero desarrollo al estilo europeo». Eso molestó mucho a los representantes del Grupo de Estudios Cubanos (GEC) que desde hace algún tiempo están promoviendo la ampliación de los pequeños negocios en Cuba y a otros cubanos de allá que están ayudando a sus parientes en Cuba con esos mismos fines.
Resulta obvio , que el tal Rodiles, quién aparentemente es uno de estos llamados «opositores pacíficos» de reciente creación, que busca un canal seguro para poder pegarse a la tubería por donde fluye la plata, que no es conocido fuera de Cuba y menos aún dentro de Cuba, está recibiendo el asesoramiento de primera mano de ese otro que piensa que es el gran sabio y no es más que un gacetillero de quinta categoría, promotor del más rancio neoliberalismo a la imagen y semejanza de lo que la CIA pretende implementar en Cuba, «cuando se elimine el régimen castrista»
Después de conversar un rato sobre este tema, llegamos a la conclusión que el tal Rodiles, al igual que sus congéneres que andan de “turismo contrarrevolucionario” por varios países, con todos los gastos cubiertos, se agarraría hasta de un clavo caliente, si eso fuera necesario, para lograr sus objetivos: darse a conocer (ahora ni Pancho, el “disidente” del barrio lo conoce), que se piense que él es “un duro”, que tiene la llave de los truenos y la solución de todos los males de Cuba (no importa que haya soslayado que un brutal bloqueo económico se ejerce contra nuestro país desde hace más de 50 años) y para lograr lo que él piensa será un rotundo éxito cuenta, nada más y nada menos, que con el asesoramiento del más “destacado, sagaz, avispado, clarividente, astuto” y…(HP, diríamos nosotros) de los secuaces de la CIA, el “sabio, erudito y docto” Carlos Alberto Montaner, autor de las deyecciones escritas más fétidas de las muchas que se publican contra Cuba por órdenes de la Compañía.
Que tenga cuidado el tal Rodiles, no vaya a ser que, por carácter transitivo, alguien comience a vincularlo con la CIA, si es que ya no lo está.
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