Por: Raúl Antonio Capote
Tomado del blog El Adversario Cubano
En la madrugada del 10 de marzo de 1952 Fulgencio Batista, el hombre fuerte del poder imperial, el hombre de los monopolios yanquis, de los terratenientes, el capo mafioso, se hacía con el poder mediante un golpe de estado, faltaban 55 días para las elecciones donde indiscutiblemente el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) llevaba todas las de ganar.
Un survey publicado por la prensa del momento daba a Roberto Agramonte, el sustituto de Chibás: 29,20%, Carlos Hevia, candidato auténtico 17,53%, Fulgencio Batista: 14,21%
Batista pone fin así al periplo del Partido Revolucionario Cubano Autentico por el poder, Grau San Martín y Prío Socarrás los presidentes de la República más ladrones de la historia nacional,dejaban tras de sí años de latrocinio, corrupción y crímenes, nadie se había esmerado tanto asesinando líderes sindicales y dirigentes comunistas como ellos, importantes líderes obreros fueron ultimados por las balas asesinas de los hombres al servicio del gobierno, entre ellos Jesús Menéndez, las pandillas de gánsteres sembraban el terror a lo largo y ancho de la isla.
Cuba antes del 59
Las denuncias del líder del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) Eduardo R. Chibás contra la corrupción imperante habían estremecido a la nación, a su muerte dramática en agosto del 51, un joven abogado Fidel Castro Ruz continuaba la obra de denuncias de los robos y crímenes de los auténticos, desde la primera página del lunes del periódico Alerta.
El 28 de enero de 1952 Fidel denunciaba en Alerta la compra por parte de Carlos Prío de 34 fincas en una sola provincia, la utilización de los soldados como braceros y peones de sus fincas y el indulto de un hombre que había violado una niña, el sujeto, un millonario de Las Villas entre la condena y el indulto pasó una valiosa fina a manos del Presidente de la República. Esto es solo un botón de muestra.
Batista nombra a Salas Cañizares jefe de la policía y a Casals jefe de la motorizada, policías que Fidel había acusado por asesinato y a los cuales los tribunales pedían 30 años, ambos personajes aparecían en las páginas de Alerta denunciados junto a otros miembros de la policía por crímenes y atropellos contra el pueblo.
Masferrer y el resto de los pandilleros al servicio de los auténticos, después de alardear resistencia el golpe en la mañana, a las 16:00 del 10 de marzo estaban en el campamento militar de Columbia brindando su respaldo a los golpistas.
Prio no ofreció resistencia, pidió asilo en una embajada, los grupos auténticos reunidos en armas en la Universidad finalmente fueron para Columbia a plegarse ante Batista.
Todas las unidades militares se plegaron. En horas de la tarde Batista tenía el control del país, dijo que se trataba de una revolución y Fidel le respondió “Revolución no, zarpazo”
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