Gracias a La Bicicleta de Miguel Cruz Suárez por seguir brindándonos esas crónicas que nos llegan al corazón.
Como chispas que desencadenan recuerdos, así son los olores. La mente anda por un sitio y de pronto, llega un aroma conocido y te lleva a otros lugares, situaciones o gentes que en el pasado marcaron tu vida de algún modo. Alguien destapa un frasco de perfume cerca de ti y esa fragancia es la misma que alguna vez usaste para irte un domingo a visitar la novia de entonces, muchacha para la cual, la cosa es más difícil, pues en mi adolescencia casi todos usábamos el mismo perfume y ahora la chica de antaño, si se topa con el olorcito de marras, podría sufrir una seria confusión a la hora de discernir a cuál de los chamacos está recordando.
A veces regreso a mi pueblo natal y el olor a mieles y guarapos que brota del Central Azucarero, es como un detonante que me lanza hasta los tiempos de…
Ver la entrada original 347 palabras más
Deja una respuesta