Por Kommy
Cabalgando en pleno combate, José Martí seria asesinado por las balas de los soldados del imperio español. Martí, que había dedicado su vida por la liberación de Cuba del yugo español pasaría a la historia como el padre de su patria.
José Martí fue un gran revolucionario, antimperialista, que siempre luchó contra la opresión que sufría el pueblo cubano en manos de los colonialistas españoles que seguían explotando a los más pobres para enriquecerse.
Sufrió el destierro y tuvo que salir de su patria exiliado por sus ideas independentistas.
Pasaría por España, Francia, Estados Unidos, Guatemala y México.
Fue uno de los fundadores del Partido Revolucionario Cubano y uno de los principales líderes de la Guerra Necesaria, la lucha por la independencia cubana.
Sus palabras han influido en miles de personas en el mundo, sobre todo en América Latina y hasta el día de hoy siguen teniendo validez porque sus ideas buscan el bien de la humanidad, de los más pobres, de los desposeídos.
Las palabras del Apóstol fueron las primeras que iluminaron la mente de un joven Fidel Castro y le hicieron ver la desgracia histórica desde que los yanquis se apoderaron de la isla. Fue gracias a Martí que Fidel aprendió la necesidad de la independencia para que el pueblo cubano pudiera florecer.
“¡Tú, Martí, no fuiste jamás vencido el día que caíste en Dos Ríos!, y por ustedes, por su ejemplo, por su muerte, hoy hay millones de cubanos dispuestos a seguir el ejemplo, dispuestos a defender las ideas, y dispuestos a morir, igual que hicieron ustedes, para salvar la libertad, para salvar la justicia, para salvar el honor y el decoro de los hombres; porque sin honor y sin decoro no puede haber vida, ni importa la vida, ni queremos la vida; sin honor y sin decoro no importa la vida, ni queremos la vida, no solo la nuestra, sino incluso la de todos aquellos a los que amamos. ¡Sin honor, sin decoro, sin independencia y sin dignidad no es nada un pueblo, no importa la vida de un pueblo!” Fidel Castro.
Tomado del Blog Comunistas Unidos
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