Cualquier presidente anterior a la llegada de Hugo Chávez al Palacio de Miraflores habría sucumbido a los pocos días con una arremetida similar a la que vive día por día el Gobierno de Nicolás Maduro
Por Dayron Rodríguez Rosales

Nicolás Maduro siempre ha estado cerca de su gente, tanto en momentos de celebración como en tiempos difíciles. Foto: AVN
Guerra económica, sabotajes, bajos precios del petróleo, sanciones internacionales y violencia política. Cualquier presidente anterior a la llegada de Hugo Chávez al Palacio de Miraflores habría sucumbido a los pocos días con una arremetida similar a la que vive día por día el Gobierno de Nicolás Maduro.
No obstante, el pueblo venezolano se mantiene en pie y respalda a los líderes de la Revolución Bolivariana. ¿Cómo explicar esa resistencia heroica?
EL LEGADO DE CHÁVEZ
El Comandante Bolivariano cambió para siempre la historia de su país. Las fuerzas chavistas cuentan ahora con su legado y el proyecto estratégico que diseñó para Venezuela como una de las principales herramientas para proyectar el presente y el futuro de esa nación.
Incluso, algunas personas que adversan al actual gobierno comparten las ideas de inclusión, justicia e igualdad que llegaron a la política de la mano de Chávez.
El cambio cultural y de la forma de entender cómo funciona el Gobierno es quizá el mayor aporte del chavismo y una de las claves para comprender el porqué de su capacidad de resiliencia.
LA CAPACIDAD DE LIDERAZGO DE MADURO
Chávez vio en Maduro la figura para dar continuidad a la Revolución Bolivariana y así se lo hizo saber al mundo pocas semanas antes de su fallecimiento.
Ese indiscutible respaldo simbólico se ha combinado con las capacidades de liderazgo y resistencia mostradas por Nicolás Maduro en el ejercicio de sus funciones, ante todas las amenazas.
Ya sea en la arena política a nivel internacional o en incontables plazas públicas del interior de su país, el actual mandatario logra llevar sus mensajes a amplias capas de la población sobre las bases de un ideario revolucionario, chavista y antimperialista.
LAS MISIONES SOCIALES
Iniciadas por Chávez y continuadas por Maduro, las misiones y grandes misiones cambiaron el rostro de Venezuela en pocos años. Una de las más importantes fue Barrio Adentro, que cuenta con la colaboración de médicos cubanos para llevar la salud a los rincones más apartados de Venezuela.
Hasta mediados del 2017, se habían hecho, gratuitamente, 71 900 000 exámenes médicos (desde una extracción de sangre, hasta una tomografía axial computarizada), y casi tres millones de intervenciones quirúrgicas. Se han salvado 179 191 vidas; se han graduado 830 médicos indígenas, y se están formando otros miles.
La Operación Milagro, también con ayuda cubana, permitió que más de 70 mil venezolanos recuperaran la vista.
En otro campo de gran impacto social, la vivienda, la nación bolivariana ha roto todos los récords con más de dos millones de casas construidas y entregadas al pueblo en condiciones justas.
VOCACIÓN HUMANISTA DE LA REVOLUCIÓN
Desde el año 2013, el Gobierno de Maduro ha profundizado la vocación humanista de la Revolución iniciada por Chávez, dedicando la mayor parte del Producto Interno Bruto a programas sociales y a la redistribución de las riquezas.
Incluso en medio de las limitaciones y el boicot económico de la derecha, no se han dejado desamparados a los ciudadanos.
Por ejemplo, en el 2016 se lanzó un programa para hacer llegar comida a la población a precios justos y evitando la especulación, que en la actualidad beneficia a más de 12 millones de familias.
Mediante los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) se distribuyen más de 60 000 toneladas de alimentos y productos básicos a los sectores más vulnerables de la sociedad venezolana.
También, el «Carnet de la Patria», documento de lectura electrónica entregado a 16 millones de personas, ha permitido perfeccionar el acceso a los programas sociales y los bonos de ayuda.
UNA OPOSICIÓN DIVIDIDA
Tras la victoria coyuntural de la derecha en las elecciones parlamentarias del 2015, que pareció insuflar aire a esa desprestigiada facción política del país, con gran tendencia a la violencia, durante los últimos meses la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha venido fracturándose.
Algunos sectores siguen apostando por el sabotaje y la destrucción del país como vía para acceder al poder, mientras otros valoran la posibilidad de enfrentar al chavismo en las urnas, tal como se vio en las pasadas elecciones presidenciales.
Dicho quiebre se profundizó con la decisión del opositor del chavismo Henri Falcón de presentarse a los comicios, apartándose de un boicot de la MUD.
Por sus propias vanidades y luchas internas, así como el costo social de sus métodos violentos, la derecha pierde cada vez más prestigio. Sin embargo, ha sido un factor desestabilizador para el país y una puerta abierta a la injerencia extranjera.
UNIDAD CÍVICO-MILITAR
La actual Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) posee un carácter pacifista, y a la par, una condición radicalmente antimperialista, zamorista, antioligarca, chavista y nacionalista. Esa realidad es otro de los grandes logros de las transformaciones chavistas y una de las garantías para la estabilidad del país.
Por ello, y en medio una coyuntura crítica debido a los ataques de la derecha nacional e internacional de los enemigos, el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, hizo público su rechazo a cualquier intento de sublevación armada.
«La revolución bolivariana, el Estado y el pueblo venezolano tienen y cuentan con las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB) cumpliendo constitucionalmente sus tareas», indicó Padrino.
Por otro lado, las FANB ratificaron su lealtad a la Constitución y al pueblo de Bolívar ante las declaraciones injerencistas de Estados Unidos.
VENEZUELA COMO BASTIÓN ANTIMPERIALISTA
Durante las últimas dos décadas, ha crecido también entre los venezolanos la conciencia de que su país, con sus grandes recursos naturales, juega un papel trascendental en el concierto de las naciones, en especial de América Latina y el Caribe.
Los ideales de Bolívar están en el centro del pensamiento chavista, en especial su alerta sobre que «los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad». Tanto Chávez como Maduro asumieron esa visión con vocación antiimperialista y a favor de las causas del Tercer Mundo.
El gobierno de Nicolás Maduro es una voz internacional en nombre de los humildes y los explotados, lo cual confiere a ese país una dignidad reconocida por los pueblos del mundo entero.
Tomado de Granma
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