
Individuos encapuchados y con bombas molotov quemaron Alcaldías municipales, delegaciones policiales y radioemisoras, además de viviendas, comercios y vehículos, según la fuente.
Por ejemplo, en Granada, el Instituto Nicaragüense de Cultura denunció las afectaciones al patrimonio, luego de varios ataques a edificaciones históricas de esa ciudad colonial.
El mayor número de incidentes se registró en los departamentos de Masaya, Managua y Granada, seguidos por León, Matagalpa, Jinotega y Chinandega, de acuerdo con el informe de los Bomberos.
Según el gobierno, esos actos delincuenciales responden a intereses de grupos políticos de oposición con agendas específicas, lo cual constituye una conspiración que viola la Constitución.
La muerte de seis personas en un incendio provocado a una vivienda en Managua, el 15 de junio, consternó a la sociedad, aunque no paró la espiral de actos terroristas, pues esta semana intentaron explotar dos cisternas de combustible en el municipio de Jinotepe.
La escalada de violencia estalló el 18 de abril en medio de protestas contra reformas al seguro social, más tarde derogadas, pero que no detuvieron las manifestaciones.
De acuerdo con observadores, tales reformas sirvieron de pretexto para poner en marcha un plan dirigido desde el exterior con el objetivo de desestabilizar la nación y provocar el derrocamiento del gobierno.
Tomado de Prensa Latina
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