Así reiteró a la prensa el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, quien participa en las jornadas de trabajo del Segundo Periodo Ordinario de Sesiones de la IX Legislatura
Por Yudy Castro Morales

Foto: Juvenal Balán
Luego de cuatro años del feliz regreso de Gerardo, Antonio y Ramón a la Patria, y del anuncio sobre el comienzo del proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, asistimos a una etapa de marcado retroceso.
En declaraciones a la prensa, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, quien participa en las jornadas de trabajo del Segundo Periodo Ordinario de Sesiones de la IX Legislatura, reconoció que desde el 17 de diciembre del 2014 hasta el 2017, se alcanzó cierto progreso en la relación bilateral con Estados Unidos.
Fue muy significativo, dijo, el reconocimiento del bloqueo como obsoleto, inefectivo, así como la necesidad de levantarlo porque provocaba descrédito y aislamiento a los EE.UU. Pero nunca hubo un reconocimiento de su carácter genocida y violatorio de los derechos humanos de un pueblo entero, de la ética y el Derecho internacional. Recordó las facilidades que se abrieron para los viajes de los ciudadanos norteamericanos a Cuba, los cuales, otra vez, han sido fuertemente restringidos por la administración Trump.
Sin embargo, desde el 2017, señaló el canciller, hemos visto un endurecimiento del bloqueo, que nunca fue sustancialmente modificado en el periodo anterior, pero que ahora suma nuevas medidas infundadas y marca una intención de sectores de poder dentro de Estados Unidos de avanzar hacia un grado mayor de confrontación con Cuba. Ello puede implicar medidas adicionales de bloqueo, una nueva escalada retórica de ataques infundados y mayores acciones subversivas.
Bruno Rodríguez hizo referencia, además, a la carta reciente que supuestamente le dirigió el Secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, en la cual, a pesar de las calumnias, mentiras e ignorancia sobre los derechos humanos en Cuba, destaca como aspecto significativo la pincelada de interés en sostener un diálogo bilateral entre Estados Unidos y Cuba, en materia de derechos humanos.
De hecho, explica el Ministro de Relaciones Exteriores, la carta refiere una frase suya, del 24 de octubre, al respecto, pues al diálogo bilateral siempre hemos estado dispuestos, en un contexto de absoluto respeto a nuestra libre determinación y soberanía, sin ápice de sombra a nuestra independencia.
«Sobre bases de absoluta igualdad y respeto, siempre estaremos en disposición de dialogar con el gobierno de los Estados Unidos, al igual que no vacilaremos en reclamar nuestros derechos y en denunciar sus acciones agresivas contra nuestro país», aseguró.
El canciller también destacó como eventos importantes de este año, la reacción internacional ante la elección del Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, cual expresión de legitimidad de nuestras elecciones a escala regional y mundial.
A su juicio, resultó muy significativa la visita del Presidente Cubano a Venezuela y a una reunión de la mancomunidad del Caribe, en Jamaica, símbolo de los nexos con la Revolución Bolivariana y Chavista y con nuestra familia caribeña.
De igual modo, valoró la presencia de Cuba en la Asamblea General de las Naciones Unidas, y la reunión con sectores diversos de la sociedad norteamericana, que evidenció la oposición creciente a las políticas del bloqueo y a su endurecimiento.
En su opinión, la gira del mandatario cubano por Rusia, la República Democrática de Corea, China, Vietnam y Laos, demostró la prioridad que tienen los vínculos respectivos en todos los ámbitos, incluida la concertación política y las relaciones económicas, comerciales y financieras.
Y también fueron particularmente interesantes, según Rodríguez Parrilla, las escalas, convertidas en visitas de trabajo, en París y Londres, donde se reconoció la entrada provisional en vigor del Acuerdo de diálogo político y cooperación entre la Unión Europea y Cuba, así como el deseo de sectores diversos de avanzar aceleradamente en las relaciones.
Sobre los desafíos que debe enfrentar América Latina y el Caribe, manifestó que se intenta aplicar nuevamente la Doctrina Monroe, en un contexto donde ha habido cambios en el balance político regional.
No obstante, puso énfasis en la recién concluida Cumbre del Alba en La Habana, la cual demostró su vitalidad, pujanza y coherencia. Mencionó, asimismo, la realización, en julio pasado, del Foro de Sao Paulo, que permitió articular las fuerzas políticas de izquierda y progresistas con los movimientos populares y sociales, y con los gobiernos revolucionarios y progresistas de Latinoamérica y el Caribe.
Habrá que defender, insistió, la aplicación de la proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, y defender sus postulados ante el imperialismo norteamericano, los poderes externos y la complicidad de algunas fuerzas radicales, de extrema derecha, incluso neofascistas, que se abren paso en la región.
Bruno Rodríguez reconoció, por otra parte, la participación del pueblo en la consulta popular del Proyecto de Constitución, incluida la emigración cubana, con alrededor de 2 000 propuestas respetuosas de nuestro sistema político, y de reafirmación de los principios de la Política Exterior que se amplía, actualiza, y acentúa favorablemente.
La lucha de los cubanos contra el bloqueo, en condiciones cada vez más difíciles, y la celebración de la condena mundial a esta medida, también fueron destacadas por el canciller.
La Política Exterior, puntualizó, sigue y seguirá siendo fiel a nuestra tradición independentista, patriótica, revolucionaria y de profunda entraña popular.
Tomado de Granma
[…] a través de Cuba siempre estará dispuesta al diálogo con el gobierno norteamericano sobre bases de igualdad y … […]
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