No podía ser otro escenario que el contexto de una nueva ofensiva de la administración Trump, en contubernio con la ultraderecha fascista representada por el senador Marco Rubio, para que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, expusiera sus defecciones contra la nueva Constitución de la República de Cuba.
Por Raúl San Miguel

Foto: EFE
En su ataque, marcadamente imperialista, este representante de los intereses del gobierno de los Estados Unidos calificó de “ilegitimidad de origen y contrarios a principios de Carta Democrática Interamericana” la decisión de la mayoría del pueblo cubano a votar Sí, en apoyo al referéndum constitucional.
Desde una posición abominable expuso que la OEA “no reconoce los actos e instituciones creadas por la nueva Constitución en Cuba” como si estuviera pasando por un proceso de amnesia política que le impide recordar los verdaderos problemas de la mayor parte de las naciones sudamericanas bajo la égida de procesos oligárquicos, pro anexionistas (a Washington)que sumergen en la pobreza extrema a millones de personas y deja en manos de las transnacionales los recursos naturales de estos países que asumen los dictámenes de la OEA (léase gobierno de Estados Unidos).
El señor Almagro habla de “dictadura” y tergiversa el sentido patriótico que motivó al voto del Sí, por la gran mayoría de los votantes cubanos, de acuerdo con las cifras preliminares de este acto genuino y amparado en las leyes de la nueva Constitución de la República de Cuba que fuera aprobada antes en la Asamblea Nacional.
En su show, el señor Almagro acompañó sus declaraciones con un vídeo publicado por la mercenaria de origen cubano Rosa María Payá, completamente desarticulado en las intenciones de promover a través de las plataformas de la Internet, la posición encubierta e injerencista de los Estados Unidos contra Cuba.
Tomado de Tribuna
Reblogueó esto en La Esquina Roja .
Me gustaLe gusta a 1 persona
Reblogueó esto en La Covacha Roja.
Me gustaLe gusta a 1 persona