Por Randy Alonso Falcón
La agresión imperial contra Venezuela sigue su curso. A lo largo de los días se develan informaciones, historias, pronunciamientos que merecen ser apuntados. Aquí les van otras perlas de la agresión que permiten calar la valía de los personajes que la urden y ejecutan.
Desechables
Una decena de los militares que participaron en la asonada golpista del pasado 30 de abril intentaron buscar refugio en la embajada chilena en Caracas. No fueron aceptados. Sólo era bienvenido el cabecilla Leopoldo López y su familia.
En Colombia, decenas de militares venezolanos desertores que se fueron al país vecino durante los sucesos violentos en la frontera del 23 de febrero pasado andan abandonados a su suerte, y ahora acaban de ser desalojados del hotel donde pernoctaban en la ciudad de Cúcuta.
Llorando la intervención

Guaidó durante su entrevista con The Washington Post. Foto: Michael Robinson Chavez/The Washington Post
El autotitulado Juan Guaidó está desesperado ante tanto fracaso y anda implorando la intervención militar yanqui. En un entrevista con The Washington Post ha dicho: «es bueno saber que aliados importantes como EE.UU. están evaluando como nosotros una opción militar. Eso nos da la posibilidad de solicitar su cooperación si la necesitamos».
A falta de tambores propios, quiere que la orquesta imperial sea quien toque los timbales.
De la misma ralea

Activistas de Code Pink, que protesta por el apoyo de Estados Unidos a Guaido, han sufrido ataques por parte de antichavistas enardecidos Foto: Andrew Harnik / AP
Los eufóricos especímenes de ultraderecha que arremetieron contra la Embajada Cubana en Caracas en los días del Golpe de Estado de abril de 2002 gritaban desaforados: «Se van a tener que comer las alfombras, sillas y mesas, porque no les van a entrar comida ni agua»
Nada más parecido a lo que hacen los guadosianos que asedian la Embajada de Venezuela en Washington, ante la resistencia de los hombres y mujeres estadounidenses que la custodian.
Desde el pasado martes 30 de abril, los delegados de Juan Guaidó en Estados Unidos han intensificado el asedio al edificio donde funcionaba la embajada de Venezuela en Washington y que, a partir del rompimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, está custodiada por un grupo de movimientos políticos e individuos que se identifican como Colectivo de protección de la embajada.
Estos activistas, se trasladaron hasta las instalaciones hace tres semanas para resguardarla del ingreso de Carlos Vecchio, asignado por el autoproclamado Guaidó como el «Jefe diplomático de Venezuela en Estados Unidos» con el respaldo político de la Administración Trump.
Entre las organizaciones que protegen la sede diplomática están colectivos como Code Pink, Answer Coalition y Black Alliance for Peace, realizan distintas actividades dentro de la embajada desde el 10 de abril.
Miente, que te creeremos
Preguntado el domingo por la cadena Fox sobre el mensaje que llevaría a su encuentro con el Canciller ruso, celebrado este lunes, el Secretario de Estado Mike Pompeo contestó: «Voy a decirle lo mismo que el Presidente le dijo al mundo, que todos los países deben salir, incluidos los rusos. Eso es lo que le diré. No queremos que nadie juegue con los venezolanos porque queremos que sean un estado autónomo, independiente, soberano, elegido democráticamente. Esto es lo que deseamos para el pueblo venezolano. De eso es de lo que hablaré con él. Luego viajaré a Alemania y al Reino Unido, y trabajaremos con ellos para lograr este objetivo.»
La lógica de Pompeo
En otra entrevista dominical, esta para CBS, Mike Pompeo, reconoció que Juan Guaidó no tuvo el apoyo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en el intento de golpe de Estado del 30 de abril contra el gobierno venezolano.
Y trazó los términos para lograr sus propósitos: “No lo hemos logrado. No tendremos éxito hasta el día en que lo tengamos”(sic), expresó Pompeo respecto a la continuidad del plan desestabilizador, que incluye también un bloqueo económico contra los venezolanos.
Dime en que andas…

Juan Guaidó. Foto: Reuters.
El opositor Juan Guaidó, autoproclamado presidente interino de Venezuela, inició hoy el proceso para reinsertar al país en el Tratado Interamericano de asistencia Recíproca (TIAR), pensado para tiempos de guerra y que contempla defensa colectiva regional en caso de peligro.
El proceso disparado por Guaidó, que implica ignorar al gobierno en ejercicio que encabeza Nicolás MAduro, también contempla la reinserción de Venezuela en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH).
Venezuela salió del SIDH y del TIAR por orden del Gobierno del entonces presidente Hugo Chávez ordenó en 2012, por considerar que eran instrumentos regionales al servicio de los intereses estadounidenses.
Tomado de Cubadebate
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