Más de 18 mil 700 migrantes esperan en ciudades de la frontera mexicana con Estados Unidos para pedir asilo, informaron hoy expertos de la Universidad de California en San Diego (UCSD).
Se trata del dato más reciente del monitoreo de esa entidad académica desde que el presidente Donald Trump decidió unilateralmente regresar a suelo mexicano a las personas que ingresaban a territorio estadounidense para iniciar el proceso de presentación de solicitud de visas, el cual puede demorar varios meses.
El Centro de Estudios México-Estados Unidos de dicha casa de altos estudios inició el monitoreo en noviembre pasado, cuando en la ciudad de Tijuana se concentraban seis mil migrantes con intención de cruzar a San Diego, California, a pedir asilo.
De acuerdo con la Patrulla Fronteriza en San Diego, tan solo en este sector pasaron a solicitar asilo fuera de las garitas más de ocho mil 500 migrantes desde el 12 de noviembre.
Los datos se refieren a migrantes, sobre todo familias centroamericanas que ya se encuentran en la frontera con México, hayan o no solicitado permiso para cruzar la frontera a pedir refugio.
El crecimiento más notable de migrantes en espera para pasar se registra en Ciudad Juárez. En febrero pasado, en esa ciudad limítrofe con Texas había unos 500 migrantes en espera; ahora superan los cinco mil 500.
De acuerdo con fuentes oficiales, desde esta semana cientos de migrantes detenidos en la frontera de Texas serán trasladados en vuelos a San Diego y otras ciudades.
La organización que administra el mayor refugio para familias migrantes en San Diego, la Red de Respuesta Rápida, advirtió que el traslado de cientos de personas a este lado de la frontera podría saturar el albergue.
Florian Hoepfner, Oficial de Soluciones Duraderas de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), 73 por ciento de refugiados en edad de trabajar está desempleado, pero la mayoría de ellos lo hace de manera informal.
Estas personas no acceden al sistema de protección social y no aportan contribuciones fiscales, mientras que el 82 por ciento de los niños refugiados no logran inscribirse en escuelas.
Tomado de Prensa Latina
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