
Foto: Tomada de Telesur
La enorme batalla mediática contra Venezuela ya no tiene límites. Hace apenas unos días llegó al extremo de pretender distorsionar las intenciones de un plan de gobierno tan único y noble como lo es el Plan Vuelta a la Patria, impulsado por el propio presidente Nicolás Maduro desde mediados de 2018.
Por Bertha Mojena Milián
En realidad no es algo nuevo, pues el tema migratorio se politizó siempre cuando de la nación sudamericana y su Revolución se trataba, culpando al gobierno chavista de todos los males que podía aquejar a los que decidían salir del país. Se llegó a hablar hasta de una crisis migratoria.
Recientemente sobresalió una situación generada por la empresa multinacional energética Repsol, con sede en Perú, quien se negó a abastecer de combustible a los aviones de Conviasa –Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos S.A. que ha tenido a su cargo los vuelos de los repatriados– provocando que unos 90 venezolanos retornaran a su país una semana después de lo previsto por las autoridades competentes.
Ante la denuncia del hecho por parte de la Cancillería venezolana y las disculpas de Repsol, la situación tuvo un final feliz y los venezolanos arribaron al Aeropuerto Internacional de Maiquetía el pasado 20 de mayo procedentes de Perú. Pero el hecho sirvió para avivar el debate y demostrar la falta de escrúpulos y argumentos sólidos con los que se denigra a una nación, sometida por demás a una guerra económica, sicológica y diplomática sin precedentes, a costa, incluso, de la voluntad y el deseo de sus hijos.
El Plan Vuelta a la Patria ha devuelto la certeza y la confianza a miles de venezolanos que un día decidieron probar suerte en otras tierras –muchos de ellos preocupados o incitados por la situación de su país– y han encontrado rechazo, discriminación, han sido abandonados a su suerte, marginados, utilizados como mano de obra barata, víctimas de trabajo esclavo, tráfico de drogas, trata de personas y otros males que nada tienen que ver con el bienestar, la calidad de vida y la dignidad que la Revolución Bolivariana ha entregado a los suyos.
Su objetivo ha sido establecer un puente aéreo y terrestre para el retorno voluntario de todos aquellos venezolanos que deseaban regresar y carecían de medios propios para hacerlo, para luego incorporarse a la sociedad y ser beneficiados por los programas sociales que impulsa el Gobierno Nacional. Por eso lo atacan. Les molesta que se reconozca que un país como Venezuela pueda abrir las puertas y dar nuevas oportunidades aun en medio de situaciones tan complejas.
Los propios trabajadores de Conviasa han declarado a Telesur que se sienten «útiles a la Patria con esta tarea» y que seguirán multiplicando las ganas que tienen de ayudar a sus connacionales.
El presidente de la aerolínea, Ramón Velásquez Araguayán, quien recibe personalmente a cada uno de los vuelos del plan y siguió de cerca los hechos relacionados con la empresa Repsol, dijo en una entrevista en VTV que se trata de una «campaña mediática que quieren imponer los gobiernos lacayos guiados por el de EE. UU., de cuestionar el plan acusando a Venezuela de ser un narcoestado» y que están «en contra de estas acciones que buscan dañar la imagen venezolana».
Recordó que el plan impulsado por el presidente Nicolás Maduro, «es el único en el mundo que se hace de manera masiva, en ningún otro país hay repatriaciones de este tipo» y que esta labor es posible por el encadenamiento de las instituciones del Estado que están involucradas, entre los que se incluye Conviasa.
Precisó que la mayor parte de los que regresan son mujeres, quienes argumentan ser en otros países «el sujeto más vulnerable», pues no se les paga de forma equitativa, «le ocasionan sobretiempo de trabajo y hasta explotación de casi 20 horas diarias» y cuando deciden denunciar que fueron víctimas de explotación laboral o maltrato a la mujer y exigen sistemas de protección o leyes en su defensa se les responde que «eso es en Venezuela, aquí no», comentó.
«Fíjense si ha sido exitoso, que del registro inicial que existía hace dos semanas, de 9 000 personas en diversos países, se elevó en apenas 15 días a 50 786 solicitantes para retornar a Venezuela», concluyó Velásquez Araguayán.
PARA ABRIR LAS PUERTAS A SUS HIJOS
Para ser repatriado a Venezuela mediante los beneficios de este plan, el Gobierno Bolivariano ha informado que solo se necesita ser ciudadano de ese país, manifestar el deseo voluntario de regresar y hacerlo con una actitud positiva y proactiva, inscribirse en el Sistema de Registro del Plan, aportando información actualizada y verdadera acerca de su situación en el extranjero, entregar la dirección de habitación y datos de sus familiares en Venezuela.
Tampoco es necesario realizar ningún tipo de pago, pertenecer o manifestar algún tipo de ideología o afinidad política y basta acercarse a los consulados de Venezuela en el país en el que los interesados se encuentren residiendo.
«Aquí hay un Gobierno Revolucionario que los recibe de brazos abiertos con el Plan Vuelta a la Patria», ha reiterado el presidente venezolano Nicolás Maduro.
Para el mandatario bolivariano, este es un ejemplo más de la materialización del amor que la Revolución tiene por su pueblo; por eso los que regresan son reinsertados a la vida nacional, a través del sistema de protección social y se les atiende de manera directa –y sin discriminaciones de ningún tipo– por el Sistema de Misiones y Grandes Misiones Sociales en su conjunto.
Tomado de Granma
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