Por Miguel Cruz Suárez
Le dieron un golpe de estado a la Verdad, ahora se autoproclama la Mentira. Allí tirada sobre el polvo de la calle se ve sangrar su cuerpo veraz, despojado de sus aliados fieles, que siempre fueron la sinceridad y la franqueza, a estos dos se los llevaron por la fuerza, inventaron contra ellos las calumnias y los hicieron parecer, ante la gente, como dos embustes más de los de ahora.
La mentira se colocó la banda del poder y se alió con los soldados de la intriga, hizo correr la voz de que Verdad nuca fue cierta y un tumulto de dudas incendió el retrato verosímil y derribó la estatua milenaria de lo cierto.
La Verdad sabía un gran secreto, tenía un poder abrumador y peligroso, por eso millones la seguían, porque jamás usó disfraces o se escudó tras las máscaras del vicio. No la podían perdonar los poderosos que temían por el futuro de su oro, ganado en complicidad con el embuste, pero sabían que la multitud sigue a los honrados y se precisa hacerlos parecer simples ficciones.
Por eso fueron cercando a la Verdad, cambiando sus colores y sus metas, haciendo que de lejos fuera vista como un simple mentís o un simulacro, la apuñalaron por la espalda, la vejaron y ya la daban por muerta y enterrada, pero olvidaron un detalle que pesa como la bota de un gigante, la Verdad puede ser maltratada, ocultada, perseguida y odiada, pero nunca se puede matar, es invencible.
Tomado del muro de facebook del autor.
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