
Por Raúl Antonio Capote
George Floyd, como si presintiera lo que sucedería minutos después, se niega a entrar en el auto de la policía; los oficiales le apuntan con las armas, tratan de introducirlo a la fuerza. Floyd grita desesperado que padece de claustrofobia, que no ha hecho nada malo, que viene de ver a su mamá.
Nuevas imágenes obtenidas por el diario The Daily Mail, de las cámaras corporales usadas por dos de los expolicías de Minneapolis involucrados en el arresto de George Floyd, muestran a un hombre en pánico, maltratado por los agentes del orden.
En el video se escucha a Floyd diciendo: «me lastiman las manos (…). Por favor, hombre, por favor no hagan esto», mientras un agente le ordena «¡toma asiento!».
Los oficiales hacen que Floyd entre al auto y cierran una de las puertas. Sin embargo, el hombre sale por la puerta trasera opuesta. Pocos segundos después las imágenes lo enfocan en el suelo y con tres de los oficiales encima suyo, uno de ellos pone su rodilla sobre su cuello.
Es cuando se escucha a Floyd repetir de manera constante que no puede respirar. También llama a su madre y pide que le digan a su hija que la ama. El agente que presionó su rodilla contra su cuello desestimó sus súplicas, diciendo que «se necesita mucho oxígeno para hablar».
Ben Crump, un abogado de la familia de Floyd, advirtió en un comunicado el lunes que el nuevo video filtrado muestra que el hombre no representaba una amenaza. «Los agentes de policía se le acercaron con las armas desenfundadas, simplemente porque era un hombre negro».
Tomado de Granma
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