El número de niños hospitalizados por COVID-19 alcanzó cifras récord en Estados Unidos y ha desbordado los centros infantiles de salud, mientras la variante Delta sigue impulsando una oleada de nuevas infecciones en todo el país.
Datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos del gobierno estadounidense indican que poco más de mil 900 niños fueron ingresados de acuerdo con los reportes disponibles hasta el pasado sábado.
El número de hospitalizaciones relacionadas con el nuevo coronavirus ha crecido de forma pronunciada, particularmente en el sur de Estados Unidos.
Allí, los informes más recientes muestran que, a escala nacional, el número de personas de 18 a 29, de 30 a 39 y de 40 a 49 años de edad que ocupan cama en los centros médicos también alcanzó cifras récord.
Actualmente, los niños conforman alrededor de 2.4 % del total de pacientes hospitalizados por COVID-19 que asciende a más de 72 mil 500 en todos Estados Unidos, un incremento de casi el 75 por ciento durante las últimas dos semanas.
El seguimiento realizado por el diario The New York Times sobre esa situación reveló que la nación norteña presenta un promedio de más de 128 mil nuevas infecciones cada día, con Florida, Tejas y California como los estados con mayores aumentos en cuanto a cantidades.
En Florida, se ha informado de un promedio de más de 21 mil casos diarios, mientras que en Texas se han producido alrededor de 14 mil y en California se ha informado de cerca de 12 mil.
En una entrevista con la CNN, la ex-presidenta de la Academia Estadounidense de Pediatría, Sally Goza, advirtió a la opinión pública del país que no se trata de la COVID-19 del año pasado.
”Este es peor, y nuestros niños serán los que resulten más afectados”, alertó Goza, en un contexto en el que los menores de 12 años no son elegibles para recibir ninguna de las vacunas que se aplican en este momento en Estados Unidos.
Solo el fármaco de Pfizer ha recibido la aprobación de emergencia para su utilización en niños de 12 años de edad en adelante.
Los centros para el control y la prevención de enfermedades han emitido lineamientos, según los cuales las escuelas deberán exigir a los alumnos, maestros y demás personal que usen mascarillas para impedir la propagación del virus mientras se reanudan las clases presenciales.
Sin embargo, algunos gobernadores republicanos han desestimado esas medidas he incluso han trabajado para impedir que los centros escolares exijan el uso de cubrebocas.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha recibido fuertes críticas por sus esfuerzos para prohibir que el uso de mascarillas sea obligatorio en las instituciones educativas del llamado Estado del Sol.
En una carta abierta publicada esta semana más de 800 médicos floridanos censuraron enérgicamente a DeSantis, al constatar que, mientras el virus provoca desolación, los proveedores de servicios de salud sienten que se combate el desastre sin ningún tipo de liderazgo del político republicano.
Para el personal médico que suscribió la misiva la decisión del gobernador de Florida, Ron DeSantis, de utilizar una orden vertical y homogeneizada, para impedir que las comunidades tomen decisiones locales con vistas a protegerse a ellas mismas, no hará nada más que empeorar las cosas.
Tomado de Radio Rebelde
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