Por Ernesto Estévez Rams
¿Quién puso a dialogar al obrero con el campesino? La Revolución.
¿Quién los puso hombro a hombro buscando camino? La Revolución.
¿Quién puso a dialogar pueblo y artista? La Revolución.
¿Quién les dio espacio para crecer juntos? La Revolución.
¿Quién puso a dialogar escritor y pueblo? La Revolución.
¿Quién los hizo voz de los más? La Revolución.
¿Quién puso a dialogar maestros y pueblo? La Revolución.
¿Quién les dio escuelas para formar generaciones? La Revolución.
¿Quién puso a dialogar científicos y pueblo? La Revolución.
¿Quién hizo nacer del pueblo a los científicos? La Revolución.
¿Quién puso a dialogar deportistas y pueblo? La Revolución.
¿Quién les dio espacio para que fueran uno? La Revolución.
¿Quién puso a dialogar estudiantes y pueblo? La Revolución.
¿Quién le abrió al pueblo estudiar y al estudiante pueblo? La Revolución.
¿Quién puso a dialogar médicos y pueblo? La Revolución.
¿Quién hizo al pueblo médico y al médico pueblo? La Revolución.
¿Quién puso a dialogar al pueblo? La Revolución del pueblo.
¿Quién hizo la Revolución? El pueblo.
Aquí hay mucho que dialogar, desde la raíz antimperialista de nuestra cultura hasta sus ramas genuinas de pueblo en Revolución.
Aquí hay mucho que dialogar, desde el combate a los arrendados del imperio hasta el rechazo a los ultrajadores de la bandera.
Aquí hay mucho que dialogar, desde el combate a lo mal hecho
hasta el compromiso con vencer al bloqueo.
Aquí hay mucho que dialogar, desde, por y para la Revolución.
Una tribuna para el diálogo, para la música, para el amor, pero amor comprometido como el que nació desde el primer antimperialista,
y que lo proclamó con todos y para el bien de todos.
Tomado de Granma
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