Es la carta abierta de una madre al mundo. Christine Ann Assange habla del dolor por ver a su hijo Julian, periodista, que “tuvo el valor de publicar la verdad sobre los crímenes gubernamentales de alto nivel”.
Es “el dolor de ver a mi hijo –nos dice- (…) que arriesgó su vida para denunciar la injusticia, inculpado y privado del derecho a un juicio justo. El dolor de ver a un hijo sano deteriorarse lentamente, porque se le negó la atención médica adecuada en años y años de reclusión. La angustia de ver a mi hijo sometido a crueles torturas psicológicas, en un intento de romper su inmenso espíritu”.
Es, concluye, “la constante pesadilla de que sea extraditado a EEUU para pasar el resto de sus días enterrado vivo en total aislamiento”.
¿Por qué no publican esta carta, directores de los medios, algunos de los cuales hicieron un gran negocio publicando los papeles de Wikileaks?
¿Por qué no escuchamos tertulias sobre esta escandalosa persecución a un periodista, o sobre los planes de la CIA, en 2017, para secuestrar a Julian Assange?
EEUU es “una superpotencia vengativa que usa sus recursos ilimitados para intimidar y destruir a un individuo indefenso”, dice la carta. Es lo mismo que hace con el pueblo de Cuba, también indefenso, cuya soberanía pretende doblegar mediante el hambre.
De momento, Vds. –dueños y gestores de los medios- no nos hablen ya más de una libertad de prensa que ni practican… ni defienden.
Presentación: Lázaro Oramas. Redacción y edición: José Manzaneda.
Tomado de Cubainformación TV. Basado en un texto de Christine Ann Assange
Deja una respuesta