Por Francisco Arias Fernández
Las celebraciones de este 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos, «será como ninguna otra», según afirmara el presidente Donald Trump, quien en su tramada concepción del olimpo americano, quiere demostrar a sus electores y al mundo que sus tanques de guerra «son los mejores» y están listos; sus aviones de combate, prestos a golpear a sus abundantes enemigos; las fuerzas de inmigración en posición de combate para iniciar las cacerías masivas, mientras en los campos de concentración de niños latinos y otras partes del planeta, suena la voz de condena de congresistas y organizaciones de derechos humanos.

Los campos de concentración de migrantes creados por Trump y su política de «tolerancia cero», han detonado la indignación dentro y fuera de EE. UU. Foto: TELESUR