El exmandatario Kuczynski enfrenta cargos de tráfico de influencias, cohecho, y lavado de activos. | Foto: El periódico
La Fiscalía de Perú realizó este viernes una denuncia constitucional contra el expresidente Pedro Pablo Kuczynski por presuntos delitos de tráfico de influencias agravado y cohecho pasivo, relacionados con el indulto otorgado al también exmandatario Alberto Fujimori.
El proceso seguido en República Dominicana a los implicados en el caso Odebrecht, continuará hoy luego de ser suspendido a solicitud del imputado Ángel Rondón por enfermedad de su hijo menor, el cual lamentablemente falleció.
Fujimori recolecta apoyos basados mucho más en el temor a un gobierno progresista que en simpatías propias (Foto: Francisco Vigo / AP Photo)
La administradora de empresas, hoy candidata del estamento político peruano, Keiko Fujimori, está bajo investigación de la fiscalía de su país por los cargos criminales de lavado de activos, obstrucción de la justicia, organización criminal, fraude procesal, falsedad genérica y falsa declaración en proceso administrativo; sin embargo, permanece en libertad bajo comparecencia restringida.
Perú seguirá en la mira del escenario económico mundial. Esta vez no por los actos de corrupción de su expresidente Pedro Pablo Kuczynski, sino por lo que aparenta ser lo contrario. Entre el 13 y 14 de abril, se celebrará la Octava Cumbre de las Américas, en Lima. El tema a tratar será, paradójicamente, la “Gobernabilidad democrática frente a la corrupción” y los invitados: 22 presidentes y 12 primeros ministros del continente. Cabe recordar que el país sede tiene a dos de sus expresidentes presos Alberto Fujimori (recién indultado por otro presidente acusado de corrupción) y Ollanta Humala; otro en trámite de extradición de EEUU, Alejandro Toledo, e investigaciones abiertas a otros dos expresidentes: Alan García y Pedro Pablo Kuczynski; a la candidata Keiko Fujimori y la exalcaldesa Susana Villarán.
Pedro Pablo Kuczynski abandonó el palacio presidencial antes de que se emitiera el mensaje grabado donde anunció se renuncia ante el pueblo peruano. Foto: AFP.
La renuncia de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) ha situado en un clima de incertidumbre el foro político más relevante para Estados Unidos en Latinoamérica desde la década de los 90, impregnándole a su vez un sentido de debilidad diplomática e institucional como entidad promotora de los intereses estadounidenses en la región.
Salvo que hasta ahora el presidente Donald Trump sostiene su participación en agenda, un balance reciente de la Cumbre de las Américas no encuentra un saldo positivo. Sobre esto Ben Radestorf escribió para The New York Times:
“Las remotas probabilidades de éxito (de la Cumbre) no son del todo culpa de Trump. Las cumbres recientes han quedado mayoritariamente en puntos muertos y no han sido capaces de producir declaraciones de consensos. Además, el gobierno anfitrión es políticamente débil”.