
Fotos: Granma, La Jiribilla,
Por Jorge Wejebe Cobo
En La Habana de 1870 bastaba ser cubano y no manifestarse a favor de España para convertirse en sospechoso del cuerpo de voluntarios y de la policía, que no tenían limitación legal alguna para hacer que fueran sancionados con la muerte o largos años de cárcel quienes eran víctimas de acusaciones amañadas o reales de conspiración.
La capital era posiblemente el lugar donde el poder colonial contaba con la más alta cantidad de efectivos del ejército español y órganos represivos con una intrincada red de informantes, encargado de vigilar a la población cubana. (más…)