Por Francisco Arias Fernández
En 2016, desde Miami volvieron a escucharse amenazas de guerra cuando las calles de Nicaragua eran ejemplo regional de seguridad, paz y prosperidad; donde un pueblo muy laborioso y pacífico mostraba orgulloso los avances socioeconómicos de los últimos años de gobierno sandinista, el cual había logrado la concordia nacional después de los peores experimentos bélicos de EE.UU. en Centroamérica, que incluyó operaciones encubiertas con la participación de mafiosos, oficiales de inteligencia y militares estadounidenses, una asociación tristemente célebre en los crímenes contra Nuestra América.
Sin justificación alguna y cuando la noticia de Nicaragua en el mundo era el megaproyecto de un gran canal interoceánico, fundamental para la economía de ese país y de la navegación a nivel global, entre Miami y Washington los congresistas que viven de la guerra contra Cuba y Venezuela, se empeñaron en crear todo tipo de obstáculo para revertir la prosperidad y la calma de la patria de Augusto César Sandino. En ese maquiavélico programa inventaron en julio de 2016 -con el auspicio de otros ultraconservadores- engendros legislativos para intentar asfixiar y entorpecer aquellos avances. (más…)