El Comandante nos enseñó a caminar

Para los revolucionarios de hoy está el reto de mantener el legado de Fidel. Foto: Vicente Brito
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«Ellos están esperando un fenómeno natural y absolutamente lógico, que es el fallecimiento de alguien. En este caso me han hecho el considerable honor de pensar en mí. Será una confesión de lo que no han podido hacer durante mucho tiempo. Si yo fuera un vanidoso, podía estar orgulloso de que aquellos tipejos digan que tienen que esperar a que yo muera, y ese es el momento».
Así alertaba Fidel, aquel 17 de noviembre del 2005, en el histórico discurso pronunciado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, con motivo del aniversario 60 de su primer encuentro con el Alma Mater. Muchas veces había dirigido sus palabras a la juventud, pero quizá nunca antes abordó con detenimiento dos realidades que de forma inevitable tocaron el corazón de todo el pueblo. La primera: que por ley irrevocable de la vida algún día dejaría de existir físicamente; la segunda: «Este país puede autodestruirse por sí mismo; esta Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos; nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra». (más…)