Por: Stella Calloni
Después de un mes y seis días de haber comenzado la última maniobra golpista contra Venezuela con el llamado plan “La Salida”, el golpe ha fracasado y la presión de Estados Unidos para que los grupos de choque y francotiradores movilizados detrás de una supuesta marcha pacífica de un sector estudiantil, continúen golpeando y asesinando en algunos municipios del país, sólo está dejando al desnudo a los responsables intelectuales de afuera y de adentro.
El gobierno de Nicolás Maduro, como se ha reconocido, eligió la estrategia de no responder violentamente a las provocaciones de extrema violencia, que al ser ejecutadas por grupos minoritarios, terminaron concentrando un rechazo mayoritario y evitaron mayores tragedias. En las últimas horas hay órdenes muy estrictas que sólo afectan a los ya ubicados mensajeros del terror.
La incapacidad de los fundamentalistas de Washington para entender que el “golpe suave” o sea en este caso, la guerra sucia, que intenta golpear cotidianamante y debilitar en extremo a un gobierno mediante la contrainsurgencia de los viejos tiempos y la guerra sicológica , con la más trabajada desinformación y manipulación que registre la historia de los últimos tiempos, nunca dará una revolución de colores, ni una primavera árabe en la actual América Latina, porque las circunstancias son otras.