El think tank estadounidense patrocinado por el Estado, Cuban Studies Institute, quiere que el gobierno del presidente Joseph Biden adopte una postura aún más dura contra Cuba. Tras el intento fallido de organizar «nuevas protestas masivas» en la república isleña socialista el 15 de noviembre, el director de la influyente institución, Jaime Suchlicki, ha pedido que se pongan «armas y entrenamiento militar» a disposición de los opositores cubanos al sistema.
En alguna ocasión, tal vez usted se haya preguntado: ¿qué es lo quiere Estados Unidos para Cuba? La respuesta a esta interrogante Fidel la abordó con total claridad y maestría el 14 de diciembre de 1994, en el acto de homenaje al entonces Teniente Coronel, Hugo Chávez, quien se encontraba por primera vez en la Isla.
Para los confundidos por la poderosa cruzada propagandística contra Cuba y no creen que la guerra económica, comercial y financiera impuesta hace 62 años por Estados Unidos, es responsable directa de las penurias que vive la Isla, podrán tener mejores evidencias con los recientes pasos dados por aquellos que, desde la catedral de la mafia terrorista anticubana, exigen más sanciones contra el pueblo, aun que traten de disfrazarlas con el gastado slogan de que “son contra el gobierno comunista”.
De su apego a Cuba y a la Revolución Cubana ha dado muestras en más de una ocasión el rapero argentino Daniel Devita. Cuando a propósito de su reciente tema musical Bombas o médicos –con más de un millón de visitas en YouTube, y en colaboración con el reconocido actor y cantautor Piero– fuera entrevistado por Prensa Latina, expresó:
Este viernes el presidente estadounidense Joe Biden se reunió en la Casa Blanca con una representación de la mafia trumpista de la Florida para intercambiar sobre las protestas del 11 de julio ocurridas en Cuba.
El gobierno de Joe Biden, después de consultas con Miami, impuso sanciones simbólicas contra el ministro de las fuerzas armadas y una unidad de fuerzas especiales de Cuba por supuestas violaciones a los derechos humanos durante las manifestaciones antigubernamentales en la isla hace una semana, y amenazó con que «esto es sólo el inicio».
La congresista republicana María Elvira Salazar apoyó en Twitter la emboscada mediática de la que fue víctima este sábado el periodista de la Televisión cubana, Humberto López.
El presidente Joe Biden es recibido por el expresidente Barack Obama cuando llega a la ceremonia de investidura en el Capitolio. Foto: AP.
Por Ángel Guerra Cabrera
Robert Bob Menéndez es un prominente senador cubanoestadunidense por el Partido Demócrata, pero sus lealtades están con Donald Trump en lugar de con el presidente Joe Biden. En Nueva Jersey, estado que representa en el Senado, los enterados veían con asombro hace unos meses el desinterés que mostró por la campaña presidencial del candidato de su partido, y cómo desviaba fondos de la misma para impulsar la relección a la Cámara de Representantes de su amigo, el también cubanoestadunidense y enemigo jurado de la revolución cubana Albio Sires. Al igual que los legisladores republicanos de origen cubano Marco Rubio y Mario Díaz-Balart, Menéndez se manifestó reiteradamente contra la política del gobierno de Obama y Biden hacia Cuba, de la que llegó a decir que era «dramática y errada«, mientras clamaba con ardor junto a ellos por el endurecimiento del bloqueo.
Un informe interino de la División de Operaciones Tecnológicas del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de los Estados Unidos del 4 de junio de 2017, citado meses después por la agencia norteamericana ap, afirmaba que esa entidad no ha encontrado prueba alguna de los supuestos «ataques sónicos» contra el personal diplomático estadounidense en Cuba, tras meses de investigaciones y cuatro viajes a La Habana.