Rasgos generales socioeconómicos del país que encontró a su paso la Caravana de la Libertad en 1959.

Campesinos felices (1938), obra del pintor Carlos Enríquez.
ECONOMÍA
– Estructura económica predominantemente agrícola. El azúcar era una producción primaria de base agrícola; el resto de la industria tenía un volumen poco significativo.
– Economía agrícola extensiva, latifundiaria, tanto en manos extranjeras como en las de una minoría cubana.
– La gran masa campesina vivía en la miseria, agobiada por los intermediarios, sin créditos, con precios ruinosos.
– Completa dependencia del imperialismo norteamericano, que controlaba la industria exportadora; 1 200 000 hectáreas de tierras (incluido el 25 % de las mejores tierras agrícolas); la energía eléctrica; el abastecimiento de combustible; en medida importante, el crédito bancario y el servicio telefónico.
– Esta situación de dependencia de EE. UU. se agravaría aún más entre 1949 y 1958, cuando la balanza comercial de Cuba con Estados Unidos acumuló un déficit de 347,2 millones de pesos.
EMPLEO
– Desempleo y subempleo permanentes y masivos, que llegaban a más del 25 % de la fuerza de trabajo, con más de 600 000 desempleados en el denominado «tiempo muerto» y 300 000 desocupados permanentes.
EDUCACIÓN Y CULTURA
– Como consecuencia de la política educativa aplicada en el modelo neocolonial cubano, en 1958 existían más de un millón de analfabetos; más de un millón y medio de semianalfabetos; la población mayor de 15 años tenía un nivel educativo promedio inferior a tres grados; había 600 000 niños sin escuela y 10 000 maestros sin trabajo.
– La industria gráfica solo producía alrededor de un millón de libros anualmente.
SALUD
– Este sector estaba marcado por la ausencia de un sistema estatal de salud. Se contaba solo con 98 hospitales.
PRINCIPALES RECURSOS HUMANOS EN SERVICIOS DE SALUD DEL ESTADO
– Médicos: 6 250
– Estomatólogos: 250
– Personal de enfermería: 394
– Técnicos: 478
OTROS INDICADORES:
– Mortalidad infantil: 40,0 por cada mil nacidos vivos (1958).
– Mortalidad materna: 118,2 por cada 10 000 nacidos vivos (1960).
VIVIENDA
– El 46,6 % de las viviendas estaban en un estado ruinoso o malo y solo el 33 % era de mampostería. En las zonas rurales estos índices eran del 74,2 % y del 2,5 %, respectivamente.
– Los habitantes de estas zonas solo disponían de instalaciones sanitarias en el 4,1 % de los casos, agua corriente en el 10,4 % y de electricidad en el 10 % de las viviendas.
– El 36 % de las viviendas existentes en 1953 eran alquiladas.
Fuente: Libro Memorias de la Revolución
Tomado de Granma
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