Por: Eugenio Martínez Enríquez
Fidel sabía que la Revolución era un maratón, pero lo corría como un sprint. ¿Sería porque conocía ya los obstáculos que enfrentaría su osadía necesaria? En el 2011 Fidel escribió «la Revolución Cubana no disfrutó un minuto de paz».
La continuada existencia de la Revolución Cubana y la de su líder, fue tomada por muchos como un gigante atrevimiento.
Para otros como una afrenta personal. Sí, fue un gigante atrevimiento, porque para Cuba no había otro tan necesario e imprescindible, un acto de rebeldía que imaginaban muy pocos tuviera el éxito que tuvo. El primero en atreverse fue Fidel, su gestor y líder; su soñador y artesano; su defensor y garante.
El líder cubano hizo trizas conceptos de las relaciones internacionales y de la política, como el fatalismo geográfico, el orden mundial existente; el papel de las potencias; los mitos raciales de supremacía blanca y los de género; nunca antes un país del llamado Tercer Mundo contribuyó con cientos de miles de sus valientes internacionalistas a defender la independencia, libertad y desarrollo, sin cobrar por ello, y los cubanos lo hicimos en países de ese mismo mundo a miles de kilómetros de distancia. (más…)
Read Full Post »