Más que preocupación, la humanidad vive días de profunda angustia por lo que ocurre en Ucrania. Imposible prever cómo todo terminará. Lo único previsible es que, pase lo que pase, terminará mal. El escenario jamás será lo mismo. Desde la crisis entre Washington y Moscú, en 1962, cuando los soviéticos armaron bases militares en Cuba, no se vivía tensión semejante.
Hasta enero de 2019 muy poca gente sabía de la existencia de la señora Damares Alves (foto). Se trataba de una oscura auxiliar en el Congreso brasileño, trabajando siempre al lado de figuras igualmente oscuras y evangélicas.
“Contra el comunismo que nos azota” dijo Javier Milei en la pantalla gigante del acto de VOX en Madrid. No fue el único orador latinoamericano en el reciente acto “Viva 21” organizado por la formación de extrema derecha española. También estuvieron Keiko Fujimori, quien perdió las elecciones presidenciales en Perú en mayo pasado, Andrés Pastrana, ex presidente de Colombia, José Antonio Kast, candidato a la presidencia de Chile, y Eduardo Bolsonaro, hijo del actual mandatario. Todos, salvo Pastrana, tienen un primer punto común: son firmantes de la Carta de Madrid, el documento publicado en el 2020 por VOX y su think tank, la Fundación Disenso.
Brasil vive una etapa en que el cotidiano muestra dos caras. Una, la de un mandatario sin rumbo, un gobierno que resbala en promesas incumplidas y que a la vez destroza todo y cualquier aspecto de la vida nacional. La más reciente iniciativa en esa dirección fue imponer un severísimo recorte en el presupuesto destinado a investigaciones científicas, que paralizará al sector.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó este jueves que tiene «ganas» de privatizar la petrolera Petrobras, la mayor empresa del país, en medio de las críticas que viene recibiendo por la fuerte suba en los precios de los combustibles. La propuesta coincide con lo anunciado en Estados Unidos por el ministro de Economía, Paulo Guedes, quien participa en reuniones con el FMI y el Banco Mundial.
Hoy se lucha en Brasil en dos niveles. En el primero de ellos, por la derrota de Jair Bolsonaro, en una lucha democrática a la que pertenecen todos los que hoy están en contra de Bolsonaro, sin importar sus posiciones en el pasado, ni el grado de responsabilidad que tuvieron por la llegada de Bolsonaro al gobierno.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y su esposa, Michelle, en un evento en Brasilia, 6 de marzo de 2020. (Foto: Reuters)
El diputado brasileño Marcelo Freixo pide al Ministerio Público investigar a Michelle Bolsonaro, esposa del jefe de Estado, por nexos con casos de corrupción.
Con los 10 proyectos presentados, el Comité Nacional del Paro busca, otros beneficios. (Tomada de France 24)
Por Lídice Valenzuela
Cinco años después de la suscripción del Acuerdo de Paz que pondría fin a 52 años de guerra civil en Colombia, el régimen reaccionario del presidente Iván Duque mantiene una política hostil hacia la pacificación del país, en el que los grupos paramilitares son una máquina de matar exguerrilleros y líderes sociales.
Ya hemos vivido momentos. muy malos en nuestras vidas. Tiempos de dictadura, hambre, falta de esperanza. Ya vivimos tiempos muy desesperados en nuestras vidas, como durante la dictadura militar. Ya hemos vivido años de gran miseria, abandono y degradación del país.
El discurso de Bolsonaro en la ONU una vez más planteó una pregunta que la gente no puede entender: ¿por qué una persona así se convirtió en presidente de Brasil y aún permanece en ese cargo?