Por: Raúl Capote.
Cuba y el dinero ¿Se puede servir a los dos?
¿Se puede servir a los demás, usando el lenguaje bíblico, al prójimo, si el dinero domina el corazón, se enseñorea de él y lo empoza de tal manera que solo tenemos espacio para las riquezas, si nos servimos egoístamente de ellas y nos consideramos dueños de todo y de todos? ¿Se puede servir a los demás y al dinero?
Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero, dijo Voltaire, por su parte Carlos Marx afirmó en el Capital que el dinero incita una y otra vez al atesorador a reemprender ese trabajo de Sísifo que es la acumulación. Acumular para poder acumular, sin dejar de poder hacerlo, es la base de la economía capitalista. Cómo un tren echando humo, canta Tony Ávila en su canción Timbiriche
Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al dinero, afirma Jesús en el Evangelio.
Dos amigos de la infancia alardeaban hace unos días de su fortuna, medida en cantidad de dinero acumulado, uno, un sagaz y dedicado trabajador por cuenta propia, el otro enriquecido de dudosa manera, uno regresaba de unas largas vacaciones en República Dominicana, el otro listo para partir a Cancún a pasar el fin de año, ambos señalaron con preocupación que estaba perdiendo mi tiempo, que abriera bien los ojos, las cosas cambian hermano, ya no te queda mucho tiempo afirmaban, no has disfrutado de la vida broder y a continuación se dedicaron a enseñarme las vías para llegar la éxito, no hubo forma de que les convenciera de que me considero una persona feliz, triunfadora, libre, magníficamente libre.
La fiebre del dinero ha transformado a alguna gente, alguien alardeaba no hace mucho ante un ex colega de trabajo de que era dueño de un edificio, de sus seis autos de alquiler, de su cuenta en CUC, de las vacaciones en hoteles de playa.
Poseer, tener, se ha transformado para alguna gente en signo de triunfo, de éxito, si tienes vales, si no tienes no vales, confunden la prosperidad con poseer cosas, para rematar imitan el mal gusto de los ricos y sobre todo de los seudo ricos de Miami, quizás por aquello de que el hábito no hace al monje pero si identifica a que credo pertenece
La desvaloración del mundo humano crece en valoración directa de la valorización del mundo de las cosas, señala Carlos Marx y sería oportuno recordarlo, junto a aquello de Martí. Quien tiene mucho adentro, necesita poco afuera. Quien lleva mucho afuera, tiene poco adentro, y quiere disimular lo poco
Conozco magníficos compañeros, trabajadores por cuenta propia, etc, que no han olvidado de donde vienen, quienes son, donde viven y sobre a donde vamos todos juntos, que construimos y soñamos, estos aún son mayoría. Terminaré esta nota o como prefieran llamarla, con la letra de la canción Timbiriche de Tony Ávila. No olvides al barrendero, al maestro ni al doctor, por un poco de dinero y unas botas de charol. No es malo tener dinero, hace falta pa vivir, pero cuida que el dinero no se haga dueño de ti, dueño de ti.
Tomado de El Adversario Cubano
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