Por Neilyn Hernández Peña
Cual fieles centinelas los guardafronteras velan nuestro sueño. Y aunque el frío nocturno, el oleaje, los Guardafronteras mosquitos y los jejenes se empeñan en molestar su guardia eterna, ellos permanecen como soldados intachables en su puesto de batalla.
Héroes anónimos que día y noche resguardan las costas cubanas para impedir que por allí entre el enemigo a importunar la paz.
Hijos de esta Revolución, comprenden su responsabilidad con el bienestar del pueblo, y ratifican en su actuar diario, el compromiso para defender las conquistas del pueblo.
Caras jóvenes y experimentadas, curtidas por el sol y el salitre marino conforman el Destacamento de Tropas Guardafronteras de Camagüey, que Nuevitas acoge con orgullo de madre.
Un rinconcito de la ribera de esta ciudad industrial alberga a hombres y mujeres, quienes conocen cada palmo de la bahía de bolsa y recorren con seguridad de expertos kilómetros de costas en busca de recalos de drogas y otras ilegalidades, cuya misión es prevenir.
Páginas de heroísmo escriben los guardafronteras en la historia de Nuevitas, que se enorgullece con cada vida salvada.
Altruismo, desinterés, voluntad y patriotismo describen a cada uno de esos hombres y mujeres, que desde las costas, velan el sueño de los lugareños.
Tomado de Radio Nuevitas
Solidaridad Latinoamericana 
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