Por Elson Concepción Pérez
Puede ser el acceso a internet en Cuba o que la Isla ose garantizar vacunas contra la COVID-19, salidas de la inteligencia y la constancia de los técnicos y científicos, para llegar con ellas a toda su población en el presente año. La cuestión es que el ejemplo de la Isla digna, que resiste creando, debe ser eliminado según los gobiernos de Washington.
Ellos han apostado a perder y siguen haciéndolo.
Resulta que ahora, el Senado de Estados Unidos aprobó una enmienda que pide al Gobierno del Presidente Joe Biden, facilitar el acceso libre a internet en Cuba con la creación de un fondo que posibilite este servicio «abierto y sin censura».
El miembro del Buró Político y canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, escribió en su cuenta en Twitter: «Denuncio agresión del Senado de EE. UU. mediante enmienda sobre internet en Cuba que contribuye a lucrativo negocio de maquinaria político-subversiva en Florida. El bloqueo es el obstáculo fundamental al acceso libre y soberano del pueblo cubano a internet».
EFE dio la noticia de la enmienda, pero en ningún momento la citada agencia se refiere al bloqueo yanqui y a las 243 nuevas sanciones impuestas por Trump y que Biden no ha cambiado.
Y me pregunto: si usamos esos mismos elementos «democráticos» que emplea la administración estadounidense y –digamos hipotéticamente–, el Parlamento cubano se inmiscuyera en los asuntos internos de Estados Unidos y aprobara igual enmienda, pidiendo al Presidente cubano crear fondos para subvertir el orden en la vecina nación –cosa que nunca haría Cuba–, entonces, ¿de qué se nos acusaría, qué medida o acción legal o ilegal aplicarían contra la Isla?
Pienso que sería más real, objetivo y serio que investiguen y describan cuál es la realidad del acceso a internet, cuáles son las verdaderas limitaciones económicas y tecnológicas que impone el bloqueo estadounidense, y cuál es el peso que tienen esas sanciones en esa y otras muchas afectaciones. Así, al menos, podrían esclarecer ese patrón de mentiras impuesto por los gobiernos estadounidenses, y que se usa como campaña anticubana en la red de redes.
La citada enmienda –contaminada desde su nacimiento– fue presentada por los senadores republicanos por Florida, Marco Rubio y Rick Scott, y solicita establecer un fondo de reserva para «facilitar el suministro del servicio de internet a los ciudadanos de Cuba, que han sido privados del flujo libre de información por el régimen comunista ilegítimo cubano».
Además de todo, nuestro «régimen» es «ilegítimo», según estos personajes, que parece tienen secuestrada la política exterior estadounidense, siempre y cuando se trate de asuntos que tengan que ver con nuestro país.
Para ellos, la única solución es acabar con Cuba, sea con internet o con papalotes echados a volar desde Miami. Pero han apostado a perder, no lo dudemos.
Tomado de Granma
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